En el último curso de árbitros candidatos a conseguir la licencia internacional, que se celebró en Sibenik (Croacia), en la ciudad que vio nacer a todo un mito del baloncesto mundial como Drazen Petrovic, y en el mismo pabellón donde éste comenzó a jugar, un total de 35 candidatos provenientes de 29 países distintos, entre los que se encontraba Carlos Peruga, vivieron una experiencia inolvidable, tanto a nivel personal como a nivel arbitral. Aprovechando que FIBA ya ha comunicado oficialmente que nuestro árbitro ha superado satisfactoriamente esta primera fase, el aragonés nos cuenta como han sido esos días:

Cuando compartes tantos días y sobre todo tan intensos, con un grupo humano compuesto por personas tan diferentes por sus creencias, estilo de vida, prioridades y al mismo tiempo tan iguales y con unas afinidades hacia el baloncesto en general y hacia el arbitraje en particular especiales y tan idénticas a las tuyas, te das cuenta de la verdadera grandeza de la posibilidad que se te ha brindado, al designarte como candidato a “FIBA referee“.

Tras los primeros dos días de pruebas médicas, físicas, tests teóricos y de inglés a los que fuimos sometidos, e intercalado todo con reuniones técnicas impartidas por Nar Zanolín, Miguelo Betancor, Lubomir Kotleva o Richard Stokes, pasamos a la acción y a dirigir partidos de lo que aquí en España vendría a ser una fase sector de categoría junior masculino de clubes de Croacia.

Ya en pista y con un trato y confianza cada vez mayor con los compañeros aspirantes procedentes de toda Europa, te das cuenta de la consideración tan positiva que se tiene de los árbitros españoles, de la ACB y de todo lo que significa “baloncesto español”.

En definitiva, todo un privilegio poder vivir en primera persona éste Clínic, un motivo de orgullo el ser designado para él representando a España y su baloncesto y poder aspirar a entrar en el grupo de árbitros internacionales FIBA.

Ahora sólo queda esperar a que la aventura concluya dentro de un año, en Manheim y en su prestigioso torneo, culminando satisfactoriamente así, el proceso de candidato a árbitro internacional.