Comenzamos nuestra experiencia llegando a Poznan, Polonia, junto a los equipos españoles, recibiendo por su parte una acogedora bienvenida. La primera y segunda noche la invertimos en pasar tiempo con ellos, pues muchos nos conocíamos de vernos en las pistas, pero no personalmente, y creo que tanto para ellos como para nosotras fue una grata sorpresa conocernos personalmente.

El primer día, tuvimos una serie de reuniones con los técnicos de la organización, en las cuales nos informaron del formato de competición, las pautas que querían que llevásemos en los partidos y el funcionamiento de las designaciones, las cuales se nos comunicaban al final del día y en función del trabajo realizado en el partido.

Comenzamos el primer partido con muchas ganas, pues nos esperaba un campeonato con buen nivel de juego. La primera toma de contactos con los demás compañeros, al principio fue más cortante, pues tanto por ellos como por nuestra parte nos costaba soltarnos, sin embargo, tras comenzar el primer partido y realizar posteriormente la función como oficiales de mesa del siguiente partido, nos valió a todos para ir cogiendo confianza con los compañeros, observarles y valorar qué tipo de juego y nivel nos iba a esperar. Tras las segundas designaciones, tratamos de compaginarnos para ir a ver a los equipos españoles, partidos en los cuales disfrutamos como una más de ellos, pues el apoyo y ánimo que unos se daban a otros nos pareció increíble. Hay que decir que el grupo que tenían era realmente sano, divertido e interesante de disfrutar.

Esa misma noche, comenzamos a relacionarnos mucho más con el resto de compañeros, unos 26 en total. Con el paso de los días, fuimos creando un grupo bueno, en el que nos apoyábamos con las designaciones y partidos y tratábamos de ir a vernos unos a otros y darnos ese apoyo y confianza.

Disfrutamos mucho de los eventos que tanto la organización organizó, como los propios equipos españoles: Fernando Ruiz Paz, entrenador y director técnico de la Universidad Politécnica de Madrid, nos incluyó siempre en sus eventos, haciéndonos sentir más parte de ellos.

Apurando los últimos días, comenzaron a realizarnos un feedback más interesante de los partidos, los cuales nos servirían para determinar si podríamos realizar partidos de la siguiente fase, semifinales y final. Cada noche, se producía una expectación entre todos nosotros por conocer a los elegidos, e independientemente de quién obtuviera la siguiente designación, nos animábamos todos. El sábado llegaron las designaciones de las semifinales, las cuales no tuvimos la suerte de arbitrar, sin embargo, si de apoyar y disfrutar con el partido de los compañeros. Esa misma noche, tras una reunión con los técnicos, en la que nos agradecieron el buen trabajo realizado todos estos días, tras darnos una serie de consejos para nuestra mejora, nos comunicaron las designaciones de los partidos de la final, los cuales contarían con un arbitraje de tres y con la grata e inesperada sorpresa de poder participar en la final femenina. Creo que no pudo haber un punto y final más bonito y gratificante que recibir ese premio; tener a tu grupo apoyándote y dándote esa confianza, para sentir que todo saldría bien.

Una experiencia realmente enriquecedora a nivel arbitral, con nuevas situaciones y otras de las que aprender, pero, sobre todo, realmente positiva a nivel personal, la capacidad de apoyarte, de conocer experiencias de otros compañeros, el entendimiento, la confianza y el buen ambiente creado entre nosotros, ha sido una de las mejores aportaciones que personalmente uno puede llevarse a la espalda.

Dar las gracias a los todos aquellos que lo han hecho posible a todos los integrantes de los equipos de Madrid por su enorme recibimiento y buen ambiente que nos han proporcionado. Ha sido una experiencia increíble y que sin duda nos gustaría repetir.