"Cuando nos critican es por ser árbitros, no mujeres"
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26/04/2019
Elena Contreras (fútbol), Asun Langa (baloncesto), Gema Calderón (hockey), Leyre Fernández (balonmano) y Raquel Santiago (rugby) debatieron en As sobre el arbitraje
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Raquel González - DIARIO AS
Elena Contreras (fútbol), Asun Langa (baloncesto), Leyre Fernández (balonmano), Raquel Santiago (rugby) y Gema Calderón (hockey) visitaron ayer As para analizar el estado del arbitraje femenino. "Si hay pocas mujeres es por falta de referentes", dice Asun. "Muchas piensan: ¿Para qué voy a trabajar si no voy a llegar arriba?". Elena, árbitra de la Liga Iberdrola y de Tercera, vaticina que en uno o dos años habrá una colegiada principal en 2ªB y en dos o tres, una asistente en LaLiga Santander. "El panorama está cambiando. Antes costaba mucho ver a una mujer arbitrando, pero cada vez menos". "En Plata hay dos chicas", dice Leyre sobre el balonmano. "Y espero que sean las primeras en llegar a la Asobal".
Las cinco coinciden en que los aficionados ya no distinguen por sexos."No recibo más insultos que un hombre", explica Leyre. "El 'Vete a fregar' no está de moda. A mí cuando me insultan es por ser árbitro, no mujer", señala Elena. "En baloncesto les da igual que seas un hombre o una mujer. La sociedad ha evolucionado", añade Langa. "Cuando empecé no existía respeto", cuenta Gema, aunque en su caso era más un problema de reglamento (el arbitraje en hockey era bastante subjetivo) que de género.
Todas ellas pitan indistintamente a hombres y a mujeres. "Aunque los jugadores son más grandes que tú, muestras tu autoridad de otra manera", señala Leyre. "Por lo general, ellos están más centrados en la pista y los técnicos son los que protestan más". "Hombres y mujeres se quejan de forma distinta", opina Asun, que explica que los primeros olvidan una acción con mayor facilidad. "Las diferencias entre un árbitro y una árbitra son más por la personalidad que por el sexo".
El deporte base no ayuda. "Me enfada mucho cómo se comportan algunos padres, porque los que empiezan se asustan y lo dejan. Hace tiempo un chico de 14 años vino a pedirme perdón porque su padre no paraba de gritar", dice Leyre. Asun también lo pasó mal en sus inicios. "Es más difícil arbitrar categorías inferiores que partidos de LEB Oro. Hay muchos padres incivilizados. Los árbitros se sienten indefensos y continúan pocos, porque se pasa muy mal".
En este enlace al Diario AS tendrás acceso a la entrevista completa: Arbitraje femenino
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