Buenas tardes a todos y todas,

os escribo unas breves líneas para compartir con vosotros algo de mi experiencia en esta nueva Stankovic Continental Cup 2018, a la que he tenido la suerte de ser designado por segunda vez, ya que en el 2016 participé en la que se celebró en Pekín.

En esta ocasión participan en el evento las selecciones nacionales de Croacia, Túnez, Finlandia y la propia China, que presenta dos combinados, uno llamado China Azul y otro el China Roja, si bien sólo el Azul pelea por alzarse con el título.

Para los que no la conozcáis, Shenzhen puede considerarse la cuna de la gran mayoría de la producción electrónica China, y tratándose del país que es, ya os podéis imaginar el tamaño y actividad frenética de la misma. Lo que me ha sorprendido sobremanera es la gran cantidad de rascacielos que existen en esta ciudad de unos 12.000.000 de habitantes. Los hay a decenas, y a cuál más moderno y de forma más extraña. Con razón se dice que es la ciudad que más rápidamente ha crecido en la historia.

Esta mañana estuvimos visitando un área de la ciudad en la que mirase donde mirase, encontraba establecimientos de venta de tecnología, e incluso llegamos a entrar en una especie de centro comercial con infinidad de tiendas pequeñas, parecidas a tenderetes de mercado, con toda clase de componentes informáticos, electrónicos, etc, todo bastante desordenado y algo caótico. Aquí te fabrican in situ cualquier dispositivo, de cualquier marca, tú sólo diles cómo lo quieres.

Poco después pudimos disfrutar de una vista espectacular de esta enorme ciudad desde el mirador de su edificio más emblemático, un rascacielos de 115 plantas y 599 metros de altura, que está catalogado como el cuarto más alto del mundo. Merece la pena ponerse sobre alguno de sus miradores con suelo de cristal. Eso si no tienes vértigo, claro.
En lo que respecta al evento baloncestístico, pues imaginad. Excelente organización, voluntarios por todas partes para que tanto equipos como árbitros recurran a ellos para solucionar cualquier problema, y buena asistencia de público sobretodo a los partidos que juega China. Por cierto, muy pero que muy preocupados por que los encuentros transcurran de manera deportiva y sin ningún tipo de enfrentamiento. Quieren que este deporte refleje de manera inequívoca valores positivos para su juventud.

Bueno, os dejo, que aquí ya es un poco tarde y mañana tenemos la jornada final. Ah, se me olvidaba, lo del jet lag lo llevo nada más que regular, y eso que sólo son seis horas de diferencia.

Desearos finalmente un genial fin de verano y vacaciones, y que hayáis podido recargar baterías para una nueva temporada que ya asoma y seguro que vendrá llena de retos y momentos emocionantes.

Un abrazo para todos y mucha suerte para la temporada que viene.


Antonio Rafael Conde Ruiz
FIBA referee.