Para mí ha sido un privilegio ir como representante del arbitraje español a mi primer torneo internacional, el Torneo de la Amistad. Ha sido una experiencia única ya que tanto el staff técnico como los jugadores de la selección masculina U15 me han acogido como uno más desde el primer momento.

El torneo se disputó en Troyés (Francia), donde pudimos disfrutar de una ciudad poco conocida pero realmente bonita.

Desde el principio, los franceses nos acogieron francamente bien y nos hicieron sentir como en casa, tanto dentro como fuera de la pista gracias a su hospitalidad y amabilidad.

El ambiente en el terreno de juego y en la grada era inmejorable, mostrándose un gran respeto entre jugadores y aficiones de los cuatro países participantes, al fin y al cabo, ese es uno de los propósitos de este torneo tal y como su nombre indica. Claro que, esto no implica que no hubiese competitividad entre los equipos, todos querían ganar, mostrando un gran nivel técnico, físico y táctico, siendo todos los partidos bastante igualados.

Otro de los puntos que cabe destacar es la relación con los demás compañeros árbitros que, ha sido muy buena, al final todos vamos en la misma situación, expectantes, pero con ilusión y ganas de disfrutar de la experiencia.

Para mi. una de las ventajas que tiene este tipo de concentraciones es que convives muchas horas con el staff técnico y jugadores lo que permite, de manera recíproca, resolver dudas sobre arbitraje y acercar a todos ellos la figura del árbitro, como una parte más del juego y normalizar su rol.





En definitiva, creo que es un torneo diferente a los demás, donde te involucras totalmente en la competición, no solo como árbitro, sino como parte de la selección a la que representas. Tienes la oportunidad de conocer a árbitros de otros países y de disfrutar del baloncesto desde diversos puntos de vista. Es una experiencia positiva y gratificante de la cual me llevo un buen recuerdo para comenzar con las pilas cargadas esta nueva temporada. Aprovecho estas lineas para agradecer a la FEB, al CTA y a la Federación de Baloncesto del Principado de Asturias, el haberme brindado la oportunidad de disfrutar esta magnífica experiencia.